Mejora tu salud con bebidas fermentadas tradicionales mexicanas: salud, historia y cultura viva

Las bebidas fermentadas de México, como el pulque, el tepache, el pozol, el tesgüino, provienen de prácticas agrícolas, rituales ceremoniales y usos cotidianos de culturas prehispánicas como mexicas, mayas, rarámuris y zapotecos. Esto las convierte en un legado histórico fundamental dentro de la identidad mexicana. Otros alimentos fermentados que encontramos en el mercado mexicano, con un origen internacional son el yogur, el kéfir, el kimchi, la kombucha, y el chucrut. Todos ellos, alimentos probióticos con efectos benéficos para la salud.

Existen fermentados que se consumen con contenido alcohólico y aquellos que no. Es el proceso de fermentación, por ejemplo, que nos da el vino de la uva, y de la cerveza la cebada. En el caso de las bebidas prehispánicas, el pulque contiene alcohol.

La ciencia confirma que la fermentación es un proceso controlado donde se seleccionan microorganismos específicos que transforman el alimento en un producto más seguro, estable y nutritivo. Esto explica por qué bebidas como el pulque o el tepache pueden conservarse y aportar compuestos benéficos.

Sin embargo, para que este proceso sea seguro, es necesario controlar factores como temperatura, higiene y tiempo; de lo contrario, podría generarse contaminación o pérdida de calidad. La fermentación, NO es lo mismo que la descomposición. Es una transformación de un alimento “simple”, en algo más complejo y nutritivo.

Estas bebidas contienen microorganismos que fortalecen el microbioma humano, lo cual contribuye a mejorar la respuesta inmunológica y disminuir la inflamación. Diversos estudios, incluidos los mencionados en investigaciones internacionales recientes, demuestran que consumir alimentos fermentados de forma regular puede reducir marcadores inflamatorios en pocas semanas.

Aun así, estos beneficios pueden variar según la persona, y quienes tengan el sistema inmunológico comprometido deben consultar a un especialista antes de consumir fermentados con cultivos vivos. De cualquier forma, siempre es recomendado empezar a consumirlos en pequeñas porciones a lo largo del día e ir evaluando la respuesta de tu cuerpo al consumirlos.

Las bebidas fermentadas generan ácidos orgánicos y compuestos que equilibran la flora intestinal, ayudan a la digestión y reducen la inflamación. Esto coincide con los hallazgos modernos sobre probióticos nativos presentes en alimentos tradicionales.

Los microorganismos fermentadores actúan como pequeñas fábricas bioquímicas que producen vitaminas del complejo B, aminoácidos y otros compuestos bioactivos. En el caso del pulque, por ejemplo, se ha documentado la presencia de probióticos y nutrientes con potencial funcional. Por supuesto la variabilidad en la producción artesanal ofrece distintos niveles de nutrientes o microorganismos benéficos entre una elaboración y otra.

Las bebidas fermentadas también pueden generar efectos positivos sobre el eje intestino-cerebro, lo que contribuye al bienestar emocional y a la regulación del estrés, según investigaciones recientes sobre microbiota. Este campo se encuentra aún en desarrollo, sin embargo tiene un panorama prometedor.

El proceso fermentativo incrementa los sabores y aromas, creando bebidas complejas que forman parte de celebraciones, mercados y prácticas sociales tradicionales en diversas regiones del país. En los estados puedes experimentar de primera mano las recetas tradicionales preparadas en cada localidad. Un viaje gastronómico que bien vale la pena realizar en México.

Las bebidas fermentadas mexicanas unen el conocimiento ancestral con hallazgos científicos contemporáneos. Aportan beneficios a la salud, cuentan historias de miles de años y continúan siendo parte del paisaje cultural mexicano. Hoy, gracias al renovado interés global por la fermentación, vuelven a ocupar un lugar relevante tanto en la gastronomía como en la investigación científica. Esto abre la oportunidad en México para revalorizar los alimentos y bebidas fermentadas para crear un impacto positivo en tu salud.

Puedes comenzar comprando una piña madura en tu mercado más cercano y preparándote un delicioso y refrescante tepache. Es probable que ahí mismo puedas encontrar un buen pulque o un tepache.

Existen varias pulquerías, cafeterías y restaurantes que ofrecen estas bebidas tradicionales mexicanas. Aquí te dejo un link para que explores la más cercana. De igual forma puedes explorar distintas opciones de alimentos fermentados existentes en supermercados, las cuales son una fuente excelente de nutrientes.

Comienza hoy mismo a integrar estos alimentos en tu rutina diaria, empieza con pequeñas porciones y disfruta de los beneficios que brindan a tu salud.

A mi me gustaría tener más opciones cerca de mi para explorar estos alimentos. Si tienes un espíritu emprendedor quizá puedas abrir una. ¿Qué opinas?